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Conferencia inaugural Trujillo 2005

 

JOSEFINA CASTELLVÍ

 

Oceanógrafa, ex directora de la base antártica Juan Carlos I

 

 

LA ANTÁRTIDA EN EL CONTEXTO DEL PLANETA TIERRA

 

La característica más genuina del Planeta Tierra es la existencia de vida que a lo largo de millones de años ha evolucionado hasta el estado actual. Para que exista vida es imprescindible una estabilidad climática que garantice que la temperatura se mantenga dentro de unos intervalos que son los compatibles con la vida.

 

El hecho que el eje de rotación de la Tierra esté inclinado respecto al plano de la eclíptica hace que no todo el Planeta reciba la misma cantidad de energía solar. En este sentido la Tierra está dotada de mecanismos para lograr un reparto de la energía que le asegure la estabilidad térmica: los océanos.

 

El 75% de la superficie terrestre está ocupada por grandes masas de agua que son capaces de calentarse en las zonas tropicales y, mediante las corrientes marinas, transportar la energía térmica a otros lugares más fríos. La tendencia hacia el equilibrio calorífico que manifiesta el sistema natural hace que se produzca, de manera permanente, un transporte energético desde las bajas latitudes hacia las zonas frías del Planeta hecho que determina la regulación térmica a nivel global y, en definitiva, el equilibrio climático del Planeta. En realidad la Tierra puede considerarse como una gran máquina térmica cuya zona caliente es la tropical y que enfría el exceso de calor en los polos, particularmente en el polo Sur.

 

 

La imagen de la Antártida vista desde el espacio varía notablemente a lo largo de las estaciones. Durante el verano austral los límites de la Antártida se mantienen prácticamente en la línea de costa del continente si se exceptúan las dos grandes barreras de hielo perpetuo (mar de Weddell y mar de Ross). Durante el invierno la superficie del mar se congela y el hielo se extiende en dirección Norte unos 1.000 km lo cual hace que el continente se encuentre atrapado dentro de un inmenso anillo de hielo. En este momento la extensión del hielo antártico ha aumentado 20.000.000 km2 con respecto al verano. Desde el punto de vista energético este es el fenómeno de mayor actividad que tiene lugar periódicamente en el Planeta. Cada año en aproximadamente 100 días se produce la formación y fusión de 16.000.000 de km2 de hielo.

 

Este crecimiento de la superficie sólida alrededor de la Antártida provoca un enfriamiento progresivo del continente en un proceso que se alimenta a si mismo. Por un lado el sistema está afectado por una pérdida de energía generada por el incremento de la superficie blanca, la pureza de la atmósfera y la pobreza de vapor de agua que hacen que haya una mayor reflexión de la energía solar incidente. Por otro, al aumentar el diámetro de la extensión sólida las regiones centrales van quedando más alejada del aporte energético que supone el contacto con las agua oceánicas subantárticas. Al avanzar el ciclo estacional el fenómeno de enfriamiento se va intensificando lo que hace que, de manera constante, se mantenga el balance energético negativo de esta zona del Planeta.

 

El peso de la gran cantidad de hielo acumulado sobre la superficie de la Antártida hace que la masa continental esté hundida por debajo del nivel del mar. A pesar de este hecho la Antártida es el continente más elevado en lo que respecta a altitud media que está alrededor de 2.000 metros.

 

En la parte central del continente, donde hay espesores de hielo de más de 4.000 metros, la sequedad es extrema y comparable a la de un desierto. Los valores medios de precipitación en forma de nieve son de aproximadamente 3 mm por año, pero a pesar de estas bajas tasas la nieve se acumula año tras año alimentando los glaciares que se desplazan a través de los valles que conectan la parte central del continente con los frentes marítimos. Cuando el glaciar llega al mar desprende grandes bloques de hielo que empiezan a navegar dejándose transportar por las corrientes marinas. Los icebergs así formados pueden tener varios kilómetros de longitud lo que les hace ser verdaderas islas flotantes que suponen un gran peligro para la navegación.

 

La Antártida es un continente virgen donde se esconde una gran cantidad de información sobre el pasado del Planeta Tierra. La investigación científica es absolutamente necesaria para conocer las evoluciones de este pasado y así entender el funcionamiento del sistema natural y poder predecir las evoluciones futuras.

 

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